Con una velada político cultural fue recordado el paso y la huella de Fidel Castro Ruz en dos comunidades de montaña de Moa y en todo el municipio, en su recorrido por la zona norte oriental de Cuba, motivo por el cual pernoctó en el Aserrío de La Melba en la madrugada del 26 de agosto de 1966, y visitó luego el poblado de Cayo Grande de Yamanigüey y la ciudad minera.
Aquella fue la primera de SEIS visitas que hiciera el Comandante en Jefe a esta localidad, que forman parte muy preciada de la memoria histórica de este pueblo. En ese momento arribó por vez primera, y tuvo encuentros profundos con los habitantes de las intrincadas lomas, y supo sin intermediarios la situación que aún existía en esta geografía, y a partir de ello, impulsó como ningún otro el plan de desarrollo minero, que incluía una infraestructura integral, de beneficio social y económico, que se hizo realidad en las décadas posteriores, aunque el bloqueo y las sistemáticas crisis de los últimos años han ralentizado y transformado su impacto.
El intercambio que sostuvo en Cayo Grande de Yamanigüey se recuerda cada agosto en ese poblado, y esta vez tuvo la motivación de ser una de las actividades del año de recordación al Comandante en Jefe por el Centenario de su natalicio, el próximo 2026.
Presidieron el encuentro Sorayda Muñoz Eckles, Vice Intendente para los Servicios en el CAM, Mayelin Teruel, Secretaria General de la FMC en Moa, y Yankiel Balseiro Lamorú, presidente de la Comisión Municipal del Verano. Además de las pinceladas artísticas, el acto tuvo el comentario del Doctor en Historia, Alexander Paz Camejo, Historiador de la Ciudad, sobre los hechos acontecidos aquel 26 de agosto, y su impacto en el diseño y materialización de este municipio. Fue de aquella primera visita, que concluyó en el actual parque Pedro Sotto Alba, que quedó la frase «Haremos de Moa una comunidad vanguardia de trabajadores socialistas» , que se convirtió en visión y meta de esta ciudad, de su gente de cara al futuro.
En Cayo Grande de Yamanigüey, tras el encuentro de recuerdo y homenaje, se realizó una fiesta de barrio, que amenizó el grupo musical Lluvia de Fuego, del barrio Cayo Chiquito, perteneciente al movimiento de aficionados de Moa.